Sobre mí

Si tienes ganas de emprender un Viaje al el centro de la tierra o recorrer Veinte mil leguas de viaje submarino, si quieres tener una aventura al mejor estilo Indiana Jones o explorar misterios literarios de la mano de Fox Mulder, has llegado a la estación de trenes adecuada, justo a tiempo para coger el tren en la Plataforma 9 ¾.

Este viaje te gustará.  Podrás detenerte en muchas estaciones, donde vas a conocer personajes literarios insólitos o autores de literatura paranormal, de aquí o del más allá.  También vas encontrar lugares increíbles, donde lo imposible y lo posible se mezclan, y podrás vivir una aventura paranormal, en la cual tú decides creer o no creer.  La diversión estará servida, en cuanto dejes que la curiosidad vaya por delante de ti.  Vas a compartir asiento con el detective paranormal Jonathan Levy, quien despejará tus dudas acerca de los enigmas que hay en muchas novelas y cuentos, que seguro no imaginabas que existían.  ¿Te sorprende?  ¡Pero hay más!  Cada vagón de este tren tiene algo particular: un amplio catálogo de películas y de series de televisión, que hacen referencia al horror paranormal y a lo fantástico.  ¿Te imaginas relacionar estas películas y series de televisión con libros de ficción y no ficción paranormales?  Ya sospecho que vas a subirte al tren.  Y cuando lo hagas nada ni nadie podrá detenerte en tu viaje de héroe.

Como diría mi amigo Josep Guijarro en su libro In-Creíble: «el mundo no es blanco ni negro, está lleno de matices y en ellos radica la verdad, nuestra particular verdad, naturalmente».

¡Súbete al Tren de lo Paranormal!  Mi blog de escritora, dedicado a lectores que quieren descubrir enigmas y otras curiosidades sobre novela paranormal, fantástica, de vampiros y de ciencia ficción.

Yo seré tu guía durante esta expedición, así que déjame presentarme.  Me llamo Valeria Marcon y nací en un país lleno de realismo mágico, donde para todo hay una historia fantástica e incluso una canción: Venezuela.  Allí hay lugares sagrados y místicos como Los Tepuyes, mesetas mágicas ubicadas en La Gran Sabana, y surgen toda clase de leyendas de espantos y aparecidos en las carreteras o en los pueblos.

Mi nombre no es muy latinoamericano, pensarás.  Y con razón.  Soy una mezcla entre italiana y española (mi segundo apellido es Gamboa).  Por mis venas corre sangre europea y en mi corazón laten los sonidos del trópico.  Ya desde muy pequeña sentí la llamada de las letras y gané mi primer premio literario a los trece años, con la novela El enigma de una mirada, una aventura arqueológica y de misterio, que hice guiándome por mapas antiguos y leyendo libros sobre El Valle de los Reyes.

El amor por la literatura y la fantasía se lo debo a mi madre, y a mis profesoras de lengua y literatura de educación primaria y secundaria.  Recuerdo con cariño que, en el aula de Humanidades, en bachillerato, aquellos incipientes escritores (entre los que me encontraba), recitábamos el ¡Oh capitán mi capitán! de Walt Whitman, y admirábamos al personaje de Robin Williams en la película  El club de los poetas muertos.  Aquí es cuando pongo sonrisa y cara de nostalgia.  En la universidad también tuve a mi guía literaria, una profesora maravillosa que hacía que sus clases fueran mágicas.

Pero no voy a detenerme tanto en el pasado remoto (que no es tan remoto tampoco, que no provengo del Paleolítico medio).  Me licencié en Artes, con especialización en Cinematografía, en la Universidad Central de Venezuela.  Luego, me fui de mi país y realicé mi propio viaje iniciático hacia el Monte del Destino, para estudiar un Máster en Artes Liberales en la Universidad de Navarra, en Pamplona.  Ahora vivo en Madrid, después de muchas peripecias en otros lugares de la geografía española.  ¡Y la escritura siempre me ha acompañado dondequiera que he ido!

Contar historias fue algo que desde niña me fascinó, tanto que hasta grababa programas de radio para mis muñecas y les hacía sus libros.  Creo que muchas veces, nuestros juegos infantiles son una proyección de lo que vamos a ser en un futuro.  Y se cumplió mi destino en España: tuve durante varios años mi programa de radio, Nuestro Insólito Universo en Radio Vitoria, dedicado a todo lo relacionado con el mundo de lo paranormal, y otros más de variedades, no solo allí sino también en otras emisoras.

Tuve la oportunidad de hacer recitales junto con otros autores y autoras, así como de publicar algunos relatos en la revista literaria La Botica.  Y mi relato Las mujeres de mi casa, recibió el Áccesit en el Certamen de Relato Corto de Mujer 2009 de Manzanares, Ciudad Real.  En Castilla La Mancha me pasaron cosas fantásticas, como salir en el programa de televisión Destino España.

Mi primera novela, Animales nocturnos, la publiqué en el 2010 en Miami.  Salté el charco hasta allá para ir a la Feria Internacional del Libro de Miami y después a Puerto Rico a presentar a mis vampiros.  ¡Fue una experiencia alucinante!  Después, en Madrid, mis Animales nocturnos renacieron en una segunda (2013) y una tercera edición (2014), y mostraron sus colmillos en la Feria Internacional del Libro de Madrid.  En esta ocasión, Josep Guijarro me honró con sus palabras al escribir el prólogo de la novela.  Como ves, los vampiros nunca pasarán de moda, ni que les claven una estaca en el corazón.  ¿Te atreverías a ser un animal nocturno?

Pero si prefieres historias de futuros distópicos y apocalípticos, con ciborgs, mutantes y humanos juntos, estás de suerte porque mi novela Sueños mecánicos tiene todos los ingredientes que buscas para salvar el mundo.

Ahora que has llegado hasta aquí te preguntarás: ¿cómo es posible que a alguien a quien le apasiona escribir no tenga publicados muchos libros?  Porque antes no estaba bien vista la autopublicación.  ¡Me daba pánico nuclear que la gente pensara que no valía lo suficiente como para que una editorial se interesara por mis historias!  ¡Hasta un escritor me dijo una vez, hace varios años, que autopublicarse era como abortar un libro antes de tiempo!  Con este miedo en el cuerpo, dejé todos mis escritos guardados y esperé.  Entonces ocurrió el cambio tan esperado: ya podía yo misma publicar con la calidad que mis lectores esperaban, como si lo hiciera de manera tradicional.  Ya no tuve que recorrer el largo camino a Mordor (¿por qué será que Mordor es casi siempre un referente para cualquier itinerario tortuoso?), en «busca de la editorial perdida» (como Indiana en la primera película de la saga), donde si no aceptabas sus cláusulas, podías morir con tus manuscritos enterrados contigo en el ataúd o quemados en una pira al estilo vikingo.

Además, mucha gente, cercana y no tanto, cada vez que me preguntaba cuál era mi profesión y respondía ¡soy escritora!, me miraban como las vacas al tren y añadían: ¿y qué más?  Porque de eso no vives, ¿verdad?  Mi sentimiento de culpa era tan pensado como una ballena jorobada y por este motivo, dejé de escribir por un largo tiempo, pues pensaba que estaba perdiendo el tiempo y que no era productiva en la forma que los demás creen que una persona debe serlo.  ¡Escribir un blog y dedicarle esfuerzo ni se me pasaba por la mente, porque tampoco resultaba beneficioso, según los parámetros de los «opinadores» de turno!  ¡Uf!  ¡Qué rollo he soltado!  ¡Pero por fin lo he dicho!

Bueno, respira y tómate una bebida que te guste mucho.  Porque después de este montón de cosas que te he contado, ha llegado el momento de que hagas tu viaje particular en este Tren de lo Paranormal y te sientas libre de leer sin que te critiquen, sin que te digan que pierdes el tiempo o que no puedes.  Aquí todo es posible, por increíble que parezca.  Y si crees que hay algo más allá de nuestro entendimiento y quieres a dar «el salto de fe» que hace Indiana Jones en La última cruzada, perteneces a los míos y estás en el lugar adecuado.

Como diría Sir Arhur Conan Doyle: «Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser verdad».

Fotografía: Violeta Rodríguez